A falta de poder, siempre nos queda la paz
Ojalá esto fuera cierto para todo, y no solo para lo que se refiere a nuestras mentes. Pero por algún sitio hay que empezar.
El pasado 17 de noviembre, James Clear, el autor de Hábitos Atómicos, escribía esto en su boletín:
El poder es la influencia sobre los acontecimientos externos. La paz es la influencia sobre los acontecimientos internos.
Veo demasiada gente enfadada con el mundo, sufriendo porque no pueden modelarlo a su gusto, porque no tienen poder para hacer que las cosas estén como quieren.
Yo misma he sufrido esta insatisfacción. Una insatisfacción que lleva directamente a la infelicidad.
No tengo poder para influir en lo que pasa a mi alrededor. Probablemente, tú tampoco.
Ni en las cuestiones importantes ni en las que parecen más simples.
Lo único sobre lo que tú y yo, y todo el mundo, podemos tener control, es sobre lo que pasa por nuestra cabeza, sobre la forma en que nos enfrentamos a todo eso que no nos gusta y que no podemos controlar.
Cientos de sesiones de meditación y muchas lecturas después, todavía necesito recordármelo de vez en cuando.
Tal vez a ti también te pase lo mismo.
Estoy por poner la frase en una taza. Algo así:
😂 Sí, vale, necesita una vuelta 🙃
Ha quedado claro que en diseño ando justita, tirando a escasa.
Aquí el boletín de Mr. Clear. Si no lo recibes, te lo recomiendo.
No será esta la primera vez que lo mencione por aquí. Ni que “diseñe” una taza.
Si tú lo haces mejor, porfa, comparte. Si la vendes, te la compro.
Lo que estoy viendo y leyendo
He pensado que, como esto es un boletín ocasional, podría compartir lo que estoy viendo y lo que estoy leyendo. Lo mismo a ti también te apetece echarle un ojo.
Empiezo por los libros.
Ahora estoy leyendo El club de los libreros magos, de Garth Nix. Me está gustando. Si te gusta la fantasía juvenil, lo mismo te cuadra. Lo estoy leyendo en digital, en 24symbols.
Antes de este leí Nunca, de Ken Follett. Alucinante. Me encantó. Aunque te puede dejar un poco pa’llá. Una muestra de que no tenemos poder sobre nada. Y de lo que El Poder puede provocar. Este me lo ha dejado mi madre, en papel.
También estoy leyendo El club de las 5 de mañana, de Robin Sharma. Estoy en primera vuelta, en papel, con el lápiz siempre a mano. Llevo un tiempo con él. Es de esos libros con los que te explota la cabeza. Aunque al tipo se le va un poco la olla con la trama, también hay que decirlo.
Sigo con las newsletters:
La de James Clear ya te la he recomendado antes.
Si te gustan los relatos cortos, no te pierdas La Colina, de Felipe Moreno. Ha empezado hace poco, pero es una joyita. No me pierdo ni una edición. Te suscribes aquí.
Si te gustan las historias de mujeres, de las de verdad (las historias y las mujeres), Carmen V. Valiña acaba de estrenar Las mujeres que no salen en los libros. Me ha encantado el estreno. Te suscribes aquí.
Vamos con las series de TV:
Hemos empezado a ver en familia Stranger Things. Me está encantando. No me extraña que tenga tanta fama. El rollo ochentero funciona. De esto hablaré en otra ocasión.
Justo antes habíamos visto Zero, en Netflix. Una serie francesa interesante, pero solo hay una temporada y no han renovado. Si al menos el final de temporada hubiera quedado cerrado… Tal y como queda, no merece la pena. Y eso que la serie prometía.
Y antes de Zero vimos Miércoles. Alucinante, de verdad. Mordaz, atrevida, original, crítica... Ha sido un exitazo, y con razón. Tiene golpes buenísimos y detalles muy interesantes que merece la pena descubrir.
Mi marido y yo hemos empezado a ver The Umbrella Academy. Me parece bastante curiosa. Me está gustando.
Yo sola estoy viendo, en versión original subtitulada, Legacies, la secuela de The Originals (los de Crónicas Vampíricas). Soy super fan de esta saga. Sin más. Si te van los vampiros, las brujas, los monstruos y la magia en general, aquí hay de todo.
Algunas películas:
Wiplash (EEUU, 2014). Me ha gustado. Es una historia de músicos de jazz. Si eres músico puede que tu capacidad para someterte a la suspensión de la incredulidad necesaria para sobrevivir al argumento flojee ligeramente, pero con un pequeño esfuerzo, pasa. En general, me gustó bastante.
Intocables (Francia, 2011). Además de divertidísima, es una gran historia de superación, humor ante la adversidad, integración... Merece la pena. Y Omar Sy está que se sale en su papel.
¡Y esto es todo! No me enrollo más.
Gracias por leerme. Si quieres recomendarme algo para ver o para leer (o un curso de diseño de tazas) puedes dejar un comentario o responder al email.
Hasta la próxima.
PD: Recuerda 🤍 ► ❤️